El 27 de mayo de 2025, SpaceX llevó a cabo la novena prueba de vuelo del Starship desde su instalación en Starbase, Texas. Aunque la misión alcanzó algunos logros, terminó en fracaso cuando la nave espacial perdió el control y se desintegró sobre el Océano Índico. Este incidente resalta los desafíos continuos que enfrenta la compañía en el desarrollo de su cohete de próxima generación, esencial para los planes de viajes interplanetarios, incluido el objetivo a largo plazo de llegar a Marte.
Detalles de la misión
La misión, conocida como Starship Flight Test 9, despegó a las 23:36 UTC (18:36 hora local) desde Starbase. La nave espacial, denominada Ship 35, llevaba a bordo ocho simuladores de satélites Starlink con un peso total de aproximadamente 16,000 kg. El cohete Super Heavy B14-2, que fue reutilizado por primera vez, también participó en la misión.
Durante el vuelo, la nave alcanzó la velocidad orbital, pero poco después perdió el control de actitud, lo que impidió la liberación de los satélites y la activación de los motores para la maniobra de reentrada. Finalmente, la nave se desintegró al reingresar a la atmósfera sobre el Océano Índico.
Por otro lado, el booster B14-2 completó con éxito el ascenso y la maniobra de retorno, pero explotó durante el intento de aterrizaje en el Golfo de México.
Reacciones y perspectivas futuras
A pesar del fracaso, Elon Musk calificó la misión como una «gran mejora» respecto a vuelos anteriores, destacando la ausencia de pérdida de losetas del escudo térmico durante el ascenso y la recopilación de datos valiosos. SpaceX planea realizar vuelos de prueba más frecuentes, con intervalos de tres a cuatro semanas, y ha recibido autorización de la FAA para realizar hasta 25 lanzamientos al año desde Starbase.
La NASA, que depende del Starship para futuras misiones lunares, sigue de cerca los avances de SpaceX. Se espera una misión lunar no tripulada el próximo año, con un aterrizaje en la superficie proyectado para no antes de 2027.
Este incidente subraya los riesgos inherentes y las complejidades del desarrollo de tecnología espacial, pero también refleja el compromiso de SpaceX con la innovación y la mejora continua.
SpaceX enfrenta desafíos en la prueba de vuelo del Starship.