Madrid, 28 de mayo de 2025 — La dirección del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha decidido no abrir expediente disciplinario contra la militante conocida en redes sociales como la “fontanera de Ferraz”, pese a las presiones internas y externas tras su polémica participación en una protesta no autorizada frente a la sede nacional del partido en la calle Ferraz.
El origen del conflicto
El episodio se remonta al pasado fin de semana, cuando un grupo reducido de simpatizantes socialistas críticos con la ley de amnistía se concentró frente a la sede del PSOE en Madrid, desafiando la línea oficial del partido. Entre ellos se encontraba una mujer identificada como militante de base en una agrupación madrileña, que fue grabada interviniendo en tono airado y asegurando que “hay que desatascar la política desde dentro, como en las tuberías”. El vídeo se viralizó rápidamente, y desde entonces fue apodada en redes como la “fontanera de Ferraz”.
Reacción del partido
Aunque algunos sectores del PSOE, especialmente desde federaciones autonómicas más alineadas con Pedro Sánchez, pidieron medidas disciplinarias por considerar que sus declaraciones dañaban la imagen del partido, la ejecutiva federal ha optado por no sancionarla. “Actuó a título personal y no en representación del PSOE. La libertad de expresión de los militantes debe respetarse, siempre que no se vulneren los estatutos del partido”, afirmó este martes un portavoz oficial en rueda de prensa.
El propio secretario de Organización, Santos Cerdán, matizó que “el PSOE no es un partido monolítico” y que “aunque no compartimos sus palabras ni el tono empleado, no hay base jurídica para aplicar ninguna sanción”.
Consecuencias y reacciones
La decisión ha generado malestar en algunos sectores del partido y ha sido criticada por portavoces de la oposición. Desde el PP, su vicesecretario de Comunicación acusó al PSOE de “doble rasero”, recordando expulsiones anteriores de militantes por declaraciones públicas mucho menos virulentas. Vox, por su parte, aprovechó la polémica para insistir en que “el PSOE está roto por dentro”.
A nivel interno, algunos cuadros intermedios han exigido mayor coherencia en la aplicación de normas disciplinarias, mientras otros, especialmente del ala más crítica con la amnistía, han expresado su apoyo a la militante y han reclamado “espacios reales de debate dentro del partido”.
La “fontanera de Ferraz”, por su parte, ha reiterado que no se arrepiente de sus palabras y que seguirá defendiendo sus ideas “como militante de base que no quiere un PSOE entregado al independentismo”.