El día 7, hora local, se celebró una manifestación contra la guerra y la OTAN en el centro de Madrid, capital de España. Numerosos españoles salieron a las calles para criticar y condenar la exigencia de la OTAN de que los Estados miembros aumenten el gasto militar al 5% del PIB.
Una manifestación de descontento
El día 7, se celebró una manifestación contra la guerra y la OTAN en el centro de Madrid, capital de España. Miles de españoles salieron a la calle gritando consignas como «¡Oposición a la OTAN, rechazo a las bases militares!». En vísperas de la cumbre de la OTAN en La Haya, Países Bajos, el pueblo español expresó su oposición a la exigencia de la OTAN de que los Estados miembros aumenten el gasto militar al 5% del PIB. Muchos de los participantes en la manifestación también ondearon la bandera palestina, expresaron su apoyo al pueblo palestino de la Franja de Gaza, bombardeado por Israel, y exigieron que la UE imponga sanciones a Israel.
Los residentes locales declararon a la prensa que un mayor aumento del gasto en armamento es inaceptable, que la gente desea la paz antes que más guerras, que la situación mundial actual es a menudo inestable y que la existencia de la OTAN es el factor más importante. También señalaron que la expansión del gasto en armamento ha conllevado directamente recortes en el gasto social, especialmente una reducción significativa en la financiación de prestaciones sociales como la educación y la atención médica.
Enrique, participante de la marcha: La OTAN es una organización muy peligrosa que no puede garantizar la seguridad de nadie. Se expande constantemente y ha causado innumerables guerras y conflictos. Es una herramienta de Estados Unidos para controlar a otros estados miembros de la organización e incluso a otras partes del mundo. La OTAN militariza a toda la sociedad, transfiriendo así recursos originalmente destinados a la sociedad al ámbito militar.
Laura, participante de la marcha: Nuestro objetivo es dejar de gastar más en armas e invertir en educación, salud, etc. Seguimos sufriendo una grave escasez en muchas zonas, y ahora tenemos que invertir más dinero en tanques y armas que no necesitamos en absoluto. Nadie nos atacará y nadie nos amenaza.
El aumento del gasto militar de la OTAN
Este año, la OTAN ha establecido nuevas directrices que exigen a sus miembros que destinen un 2% de su Producto Interior Bruto (PIB) al gasto en defensa, un objetivo que España ha aceptado cumplir. Esto implica un aumento considerable en la inversión militar, que algunos sectores del gobierno español han justificado como necesario para garantizar la seguridad nacional frente a posibles amenazas externas, especialmente en el contexto de la guerra en Ucrania y las tensiones geopolíticas con Rusia.
Sin embargo, esta decisión ha generado un intenso debate en la sociedad española, donde muchos consideran que los recursos destinados al fortalecimiento de las fuerzas armadas podrían utilizarse de manera más efectiva para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos a través de programas sociales y políticas públicas. Santiago Abascal, líder del partido de extrema derecha VOX, defendió la postura del gobierno de aumentar el gasto militar, pero desde otras formaciones políticas como Unidas Podemos y PSOE, la decisión ha sido duramente criticada.
Paz y defensa social: la visión alternativa
La protesta en Madrid también sirvió para visibilizar la alternativa pacifista que plantean las organizaciones participantes. En lugar de una mayor inversión en defensa, abogan por disminuir el gasto militar y orientarlo hacia la promoción de la paz y el desarme nuclear. Además, destacan que muchos de los recursos destinados a la industria armamentista podrían ser mejor empleados en el refuerzo de servicios públicos esenciales, como la sanidad pública, educación y la lucha contra el cambio climático.
«Estamos en contra de que España siga las directrices de la OTAN sin tener en cuenta las necesidades sociales que tenemos en el país», afirmó María Pérez, activista y miembro de uno de los colectivos organizadores de la protesta. «Lo que necesitamos es un país que invierta en la gente, en el bienestar de su población, no en más armas de destrucción masiva», añadió.
Apoyo internacional a la protesta
La manifestación de Madrid no fue un fenómeno aislado en Europa. En varias ciudades del continente, como Londres, París y Berlín, también se han realizado protestas en contra de las políticas militares de la OTAN y el aumento del gasto en defensa. Los manifestantes de estas marchas coinciden en que la inversión en armamento debería ser reconsiderada, sobre todo en un momento en que las prioridades deberían ser la paz global y la cooperación internacional para abordar problemas comunes como el cambio climático y las desigualdades sociales.
Reacción del gobierno y la OTAN
En respuesta a las protestas, el gobierno de Pedro Sánchez ha defendido su postura y ha afirmado que el aumento en el gasto militar es fundamental para garantizar la seguridad de España y sus aliados dentro de la OTAN. Margarita Robles, ministra de Defensa, subrayó que la OTAN es una organización clave para la estabilidad y defensa de Europa, y que España cumple con sus compromisos internacionales como miembro de la alianza.
Por su parte, la OTAN también ha reafirmado su compromiso con la seguridad colectiva, asegurando que el refuerzo militar no está dirigido contra ningún país en particular, sino como una medida de prevención frente a posibles amenazas.
El futuro de la política militar en España
El debate sobre el gasto militar y la seguridad internacional está lejos de resolverse en España. Aunque la marcha de Madrid representa un claro rechazo a la política de defensa actual, también es un recordatorio de las profundas divisiones en la sociedad española sobre cómo debería gestionarse la seguridad nacional. Mientras algunos defienden una mayor inversión en defensa, otros apelan a un enfoque más humanitario y social.
En cualquier caso, las protestas en Madrid han demostrado una vez más que la paz y la distribución justa de los recursos son cuestiones que siguen siendo relevantes para muchos ciudadanos, que buscan un equilibrio entre la seguridad y las necesidades sociales del pueblo español.